Durante los próximos cinco años, diminutos sensores incorporados a las computadoras o los celulares detectarán si el usuario está por contraer un resfriado o alguna otra enfermedad. Mediante el análisis de los olores, biomarcadores y miles de moléculas en la respiración de una persona, los médicos tendrán ayuda para diagnosticar y monitorear el comienzo de afecciones hepáticas y renales, asma, diabetes y epilepsia, entre otras, detectando cuáles olores son normales y cuáles no.
Hoy los científicos de IBM ya están detectando condiciones ambientales y gases para preservar las obras de arte. Esta innovación se empieza a aplicar en el ámbito de la higiene clínica, uno de los mayores retos en la atención sanitaria hoy día.Por ejemplo, las bacterias resistentes a antibióticos, como el estafilococo áureo resistente a la meticilina (MRSA), que en 2005 se asoció con casi 19.000 muertes relacionadas con enfermedades hospitalarias en los EEUU, se encuentra comúnmente sobre la piel y puede transmitirse con facilidad cuando las personas están en contacto cercano. Una forma de combatir la exposición a MRSA en hospitales es asegurar que el personal médico siga las pautas de higiene hospitalaria. En los próximos cinco años, la tecnología IBM “olerá” superficies para detectar desinfectantes con el objetivo de determinar si las habitaciones han sido desinfectadas.
Utilizando novedosas redes tipo malla inalámbrica, los datos sobre diversos productos químicos serán recopilados y medidos por sensores y, aprenderán y se adaptarán continuamente a nuevos olores con el tiempo.
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